miércoles, 25 de febrero de 2009

Un artículo revelador

"A las 8:14 Alfredo Alcornoque leyó el artículo una mañana mientras tomaba su café, vestido de traje en aquel bar. El artículo trataba de un revelador descubrimiento, las personas que duermen tapándose la mano con la cara, tienen el pezón izquierdo de un tamaño mayor que el derecho. Alfredo se lo creyó, o mas bien, pensó que habían argumentos, pruebas suficientes con grupos de control, y números, muchos números, ¿a quién no le conquista una estadística bien manipulada? Además, pensó, que nadie se atrevería a mentir sobre ello.
Alfredo Alcornoque se fue a trabajar, y trabajó, pero a las 10:13 el artículo se hizo heredero de su mente y pedía la abdicación del resto de pensamientos. El rayo que súbitamente le cruzó la mente fue angustioso, ¿dormía con la mano sobre la cara? Jamás se lo había preguntado, jamás se había fijado.
A las 18:12, nuestro amigo continuaba angustiado, desesperado por saber si dormía con la mano sobre la cabeza, que a las 20:11 abandonaba su rutina habitual para ir a casa y forzar el sueño. Su temor acrecentado de ser uno de los pobres hombres que cubrían su cara con la mano, provocó que a las 23:10 estuviera en la cama con su pijama y su gorro, y el cansancio que le había regalado la angustia del todo el día le hizo entregarse al más profundo sueño.
Despertó a las 00:09 con la horrorosa sorpresa de su mano, que le cubría la cara. Su mundo dio un vuelco, y su inquietante curiosidad por conocer el tamaño de sus pezones invitó al insomnio a su cama.
Se levantó de ella corriendo a las 6:08 para medirse los pezones. Alfredo, que era un hombre meticuloso, realizó 100 medidas con pie de rey del diámetro de cada uno de sus pezones. En 99 de las 100 medidas, su pezón derecho demostró ser mayor que el izquierdo. En una de ellas, el pezón izquierdo superaba al derecho.
Para Alfredo tuvieron que pasar muchos días, que fueron meses finalmente, para poder superar el hecho existente, de que su pezón izquierdo podría ser mayor que el derecho. Y en ello tuvo sus días, en superar la angustia que ello le producía".

Extracto de "La vida normal de Alfredo Alcornoque Pérez"

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿que le dice el pez chico al pez grande?

Anónimo dijo...

Esta mañana mientras desayunaba y veía la tele me ha venido a la mente tu entrada ^^