lunes, 22 de junio de 2009

El día más largo...

...y la noche más corta. Es lo que acabamos de vivir. ¿Y qué hay de malo en que las noches sean más largas, si es cuando se sueña?. La maldita manía que tenemos de acercarnos un poquito al sol, supongo que es herencia de los antepasados, para que recordemos que no todo son sueños y que, a veces, nos podemos quemar, como Ícaro. Yo pienso mucho en Ícaro, y en Platón, sobre todo en Platón, pero a quién más tengo presente es a Niestzche, pero eso es desviarme del tema. El Sol, que sale del mar secándose con una toalla, es un amante peligroso, te da lo que necesitas para vivir, pero si te acercas mucho, si lo miras mucho, si te mira mucho, puede matarte. La Luna sin embargo, siempre calladita.

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