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sábado, 8 de noviembre de 2008

Si tan sólo...


Si tan sólo mi sueño se hiciera verdad...
Si tan sólo volvieras a ser la que yo sueño...
Si tan sólo supiera por qué te fuiste...
Si tan sólo supiera dónde estás...
Si tan sólo supiera qué fue lo que no te gustó...
Si tan sólo supiera lo que hice mal...
Si tan sólo me dieras una oportunidad...
Si tan sólo tú fueras mi destino...
Si tan sólo te dieras cuenta de que el momento no era el correcto...
Si tan sólo fuera más seguro...
Nada sería como hoy...

jueves, 23 de octubre de 2008

Ángeles



Cuando me quito los calcetines siento frío en los pies, y al contrario que al resto, me gusta la sensación. Es lo más cerca de la realidad que estoy. A escasos tres pasos de la calle, sueño en cúbico, en dos dimensiones y en dimensiones paralelas. En un universo ficticio donde todo gira en torno al ego y la lucha por un yo auténtico se materializa en películas de bajo presupuesto. En sueños más despierto, espero que me pidan que sea un ángel, que me permitan volar y que pueda hacer cosas fantásticas, ¿por qué no?. Sería un ángel con espada y unas potentes alas blancas saldrían de mi espalda. Quizás lo importante no sea llegar a serlo, ni tan siquiera agitar el aire con unas plumas. Quizás lo importante es que alguien se dé cuenta de que lo puedes ser, de que te gustaría serlo. Mientras tanto me conformo con balancear mis pies desnudos desde mi cama.

sábado, 23 de febrero de 2008

El bosque de la luz

Existe un bosque en un sitio perdido, donde habitan unos enanos. Viven ajenos al mundo de fuera, suerte suya, duermen durante el día y trabajan durante la noche. Da igual, para ellos siempre es de noche, el bosque es tan frondoso que jamás ha penetrado la luz solar.
Lo peculiar del bosque es que el tiempo transcurre más lento, que fuera de él y esa es la razón de por qué duermen de día y trabajan de noche, ya la noche es lo suficientemente larga para sus quehaceres y como el día es aún más largo, duermen mucho más que nosotros. Viven mucho más tiempo que nosotros y la mayoría de su vida son jóvenes. De hecho, sólo son viejos durante un día, quiero decir, una noche, la noche tras la cual duermen por siempre. Son unos enanos muy divertidos y les encanta la luz. La luz se mueve muy lenta allí y es algo que me sorprendió mucho, nunca supe muy bien el por qué, pero es como si flotara en el aire. Lo cierto es que la luz la crean con unas antorchas muy raras, y las utilizan como lápices para pintar en el aire.Son capaces de hacer las figuras más bonitas que jamás hube visto y trataron de enseñarme, pero es difícil para alguien que no está acostumbrado a pintar el aire con luz.
Espero volver pronto por allí, el enano Sandía me debe un regalo.

Foto: Casa del enano Melón, Fer aprendiendo.